El futuro de la Copa América 2021 está bajo la mirilla de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), la cual evalúa seriamente si sacar la competición deportiva de Colombia como sede, debido al estallido social en ese país latinoamericano donde la represión gubernamental a las protestas ha derivado en muertes y desapariciones constantes.
Desde el 28 de abril, Colombia devino escenario de protestas masivas contra el Gobierno de Iván Duque, que presentara una reforma fiscal al Congreso con fuerte impacto en las clases más desfavorecidas económicamente, con una situación aún más agravada por los efectos de la COVID-19. La violencia policial marcó la respuesta a las protestas sociales.
Si bien el 2 de mayo, Duque anunciara la retirada del proyecto de reforma tributaria, su decisión no logró contener la fuerte oleada de manifestaciones y denuncias.
En medio de tan complejo panorama sociopolítico, se ha suscitado un rechazo popular a la celebración de este certamen futbolístico en la nación sudamericana. De manera que ese escenario de inseguridad compromete no solo el desarrollo pacífico de la Copa América en su edición 2021, sino que la inestabilidad podría poner en peligro incluso la vida de los participantes.
Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, y Ernesto Lucena, ministro del Deporte colombiano, conservan todavía las expectativas de llevar a buen término la competición, el ambiente de tensiones parece echar por tierra esas aspiraciones. De hecho, en Barranquilla se ha dicho que “no ofrecen garantías” para el desafío previsto entre River y Junior por la Copa Libertadores.
En tanto Claudia López, alcaldesa de Bogotá, se sumó a esos criterios e hizo extensiva la suspensión del fútbol en su ciudad: “No tenemos capacidad para la vida, mucho menos para el fútbol. Tengamos un poquito de sensatez”, insistió. Así, ya quedó en visto una de las sedes colombianas en propuesta para la Copa América.
La Conmebol —mediante un Consejo extraordinario— evalúa actualmente la “suerte” y futuro de la Copa América. La capital paraguaya, Asunción, es por el momento una de las candidatas más posibles para acoger la Copa. También las previsiones apuntan a Chile y Uruguay como buenas opciones.