El senador de izquierda Gustavo Petro se impuso en las elecciones primarias de las principales coaliciones en Colombia y colocó a su partido Pacto Histórico como una de las primeras fuerzas del Senado.
Petro, quien buscará por tercera vez la presidencia luego de los intentos de 2010 y 2018, obtuvo más de 4,2 millones de votos con la colisión Pacto Histórico, y se convierte en el aspirante de esa agrupación a la Jefatura del Estado de Colombia en los comicios del próximo 29 de mayo.
Desde la derecha será Federico Fico Gutiérrez quien intentará enfrentar al también ex alcalde de Bogotá desde la derecha, una disputa ya conocida en una nación cada vez más polarizada. Gutiérrez se impuso en las primarias de la derecha y salió fortalecido si se compara con lo obtenido por un centro disminuido, que concedió la victoria a Sergio Fajardo.
Hace cuatro años, cuando Petro perdió la presidencia en la segunda vuelta frente al derechista Iván Duque, su partido solo alcanzó tres escaños en el Senado.
La baja popularidad de Duque terminó sepultando al uribismo hasta el punto de que muchas de sus figuras han dado su apoyo públicamente a Gutiérrez.
Los tres candidatos presidenciales vencedores de las primarias se unen a aquellos que se enfrentan en solitario: Rodolfo Hernández, para muchos expertos es la sorpresa de esta precampaña; Ingrid Betancourt, la política que pasó seis años en la selva retenida por las guerrilleras FARC-EP, y Óscar Iván Zuluaga, el ex ministro de Hacienda en la era uribista.
El Partido Liberal, del expresidente César Gaviria, no tiene aspirante propio y su apoyo se rifa por la enorme cantidad de votos que mueve, incluso por Petro. Fajardo, sin embargo, siempre se ha negado a un pacto con cualquiera de las grandes formaciones tradicionales.
El nuevo Senado consolida al Pacto Histórico, y a los dos partidos tradicionales: Conservador y Liberal. La hegemonía del Centro Democrático de Uribe, primera fuerza en la pasada legislatura, llega a su fin después de dos décadas en el poder.
Los resultados de este domingo dejan al centro medio alejado de la batalla presidencial, en la que una izquierda fortalecida tratará de vencer a una derecha no muerta todavía.
Hoy comienza un nuevo escenario, a partir del cual llegarán días de apoyos y alianzas, pero también de enfrentamientos.
La cita electoral de ayer puede calificarse como un medidor para las venideras presidenciales.