“Fidel es un soldado incondicional de la verdad”, así lo define Tubal Páez Hernández, Presidente de Honor de la Unión de Periodistas de Cuba, para quien “a su estatura de político y guerrillero, Fidel Castro siempre incorporó el ejercicio del periodismo, como un arma eficaz para comunicar, informar y orientar”.
“Esa verdad de una Revolución de alcance universal se debe en primer lugar al pensamiento de Fidel Castro y a la acción de Fidel Castro, por eso es una buena oportunidad para analizar cómo vemos su huella en el periodismo”, dice con su voz reflexiva el intelectual cubano.
Subraya Tubal Páez que “Fidel ejerció el periodismo, lo cultivó, lo conoció, y hay que recordar cómo él aprovechaba los espacios de la época del capitalismo para denunciar los males de la sociedad, para emplazar a los políticos corruptos, para denunciar el golpe de estado de Batista, para explicar la necesidad de despertar el sueño de Martí en el año de su centenario”.
Ciertamente, si investigamos en los archivos de varios medios de prensa antes de 1959, encontramos numerosos artículos escritos por el joven Fidel Castro. Está su firma en el periódico Alerta; en El Acusador, con el seudónimo de Alejandro; también en Bohemia, La Calle, La Palabra….Entretanto escribía en la prensa impresa, su voz era escuchada en emisoras de radio, como la COCO, y en 1958, en plena Sierra Maestra, funda Radio Rebelde.
Durante varias décadas, después de 1959, el periodismo de Fidel irradia con su sello propio. Los textos escritos por él, son únicos, llevan su estilo inconfundible: el empleo de la síntesis, títulos certeros, mensajes directos, el recurso de la reiteración para insistir en un propósito, y, sobre todo, un dominio total del tema al que se refiere.
Tubal Páez afirma: “Uno lo puede estudiar desde el punto de vista académico, desde el punto de vista profesional, su estilo, y podemos resumir que para ejercer el periodismo lo primero que hay que tener es una causa. Y antes que las Palabras a los Intelectuales, Fidel con relación a los periodistas hace una afirmación que es una sentencia muy clara cuando expresa que por encima de los intereses del periodismo están los intereses de la Revolución”.
Tubal Páez repasa varios detalles de la historia de la Revolución cubana, desde su experiencia como luchador contra la tiranía batistiana, y luego como periodista durante más de cinco décadas.
Asegura que, para Fidel, “el periodismo quiere decir pensamiento, y fue muy leal a ese principio durante toda su vida”. “Yo lo retrato como un soldado de la verdad, como un incondicional de la verdad, de no decir jamás algo que no sea cierto, y un furioso enemigo de la mentira y de la demagogia”.
Recuerda Tubal Páez que, durante momentos singulares de la historia de la Revolución, los periódicos fueron el puesto de trabajo del Comandante en Jefe. Desde varias redacciones escribió editoriales y trazó políticas, sobre todo en su horario preferido, las noches y madrugadas.
“Era un estilo de Fidel, que en los momentos más extraordinarios e importantes trasladaba su puesto de mando para los periódicos: primero en el periódico Revolución, cuando la Crisis de Octubre; luego en Granma, cuando hubo que movilizar al pueblo para las donaciones de sangre a raíz del terremoto ocurrido en Perú; después cuando los sucesos del Mariel y las marchas del pueblo combatiente; y después cuando crea las Mesas Redondas en la televisión a propósito de la campaña por el regreso de Elián, el niño secuestrado en Estados Unidos; luego por la liberación de los Cinco. Simultáneamente, Fidel estaba decidiendo la información de la población y estaba orientando a las organizaciones e instituciones al mismo tiempo”, destaca Tubal.
Y más adelante señala: “Es que el Comandante Fidel Castro tuvo siempre un sentido muy agudo de la importancia del periodismo como vía de comunicación con el pueblo. Fidel es un defensor de la palabra precisa, en ser directo, sin dejar de ser apasionado, sin dejar de tocar las fibras humanas y los resortes que tiene la gente dentro”.
Tubal Páez atesora el honor de haber acompañado a Fidel Castro en varios viajes al exterior y en numerosas coberturas periodísticas en el país, pero quizás uno de los privilegios que más guarda en su memoria, es haber tenido la posibilidad de acercarse mucho más al Jefe de la Revolución, durante los veinte años que se desempeñó como presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
Incontables son las anécdotas. Intensas fueron las jornadas vividas por los periodistas junto a Fidel, principalmente en los Congresos de la organización, como ocurrió en el séptimo de estos encuentros, que sesionó en marzo de 1999.
Tubal Páez rememora: “Él llegó un día a las diez de la mañana al Palacio de las Convenciones, estuvimos trabajando todo el día, parte de la madrugada, se quedó hablando, discutiendo, haciendo un balance, y se fue a las ocho de la mañana del día siguiente, o sea, estuvo 22 horas trabajando. Y es que Fidel tenía un estilo muy propio cuando dialogaba con las personas, sobre todo, si eres periodista. Uno le hacía una pregunta y él casi siempre salía con otra. Era un observador implacable con un gran sentido del humor. Siempre en los Congresos de la UPEC le llamaba mucho la atención la participación de los periodistas que son caricaturistas, iba al mural donde estaban las caricaturas, y disfrutaba mucho cuando le pasaban una en la mesa de la presidencia y había que interrumpir la discusión, porque se destornillaba de la risa y enseñaba la caricatura al público”.
En opinión del intelectual cubano Tubal Páez, “el periodista está presente en todo Fidel. Era una exhortación permanente a tener responsabilidad en lo que se hacía, en ser fiel a los datos, a los hechos, a la verdad, a las razones por la cuales este pueblo ha resistido. No se puede olvidar que en una de esas discusiones acerca de las nuevas tecnologías y la manera novedosa de hacer periodismo, de llevarlo a todos los rincones, de hacerlo en tiempo real para millones de personas, Fidel tuvo una sentencia que dijo: esto parece haber sido hecho para nosotros”.
Fidel siempre visionario, abogó por el uso inteligente de la red de redes para defender las causas más justas y difundir la verdad acerca de la realidad de Cuba.
Cuando las circunstancias le impusieron trabajar desde otra trinchera, comenzó a escribir imprescindibles reflexiones para analizar los más variados temas del acontecer nacional e internacional. El siglo XXI llegó cargado de desafíos, y Fidel comprendió el valor del periodismo en una sociedad como la nuestra. No por casualidad calificó a la prensa revolucionaria cubana como un baluarte para llevar adelante la Batalla de Ideas, como la artillería pesada de la Revolución.
“Y las ideas son los proyectiles nuestros, que no matan a nadie, sino todo lo contrario, esparcen vida, optimismo, esperanza”, subraya Tubal Páez.
“En enero de 1959 la Revolución libra su primera gran batalla contra la desinformación. Se trata de lo que se llamó Operación Verdad, que reunió en La Habana a casi 400 periodistas del continente. Fue hace mucho tiempo, pero las campañas mediáticas contra Cuba no han cesado”, asevera Tubal Páez.
Comenta que “cada vez hay más evidencia de que detrás de determinados proyectos está la oreja peluda del imperialismo financiando programas y proyectos para que sirvan de quinta columna dentro de nosotros”.
Las raíces revolucionarias de Tubal Páez están en su pueblo de Jaruco. Siendo muy joven se sumó a la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista y trabajó en la confección y reproducción de propaganda clandestina. Estuvo varias veces preso por sus ideas políticas en contra del gobierno que oprimía a su país.
“Me estimulaba mucho el papel de los medios clandestinos y el papel de los medios en la Sierra Maestra, los partes del Ejército Rebelde había que darlos a conocer cuando Fidel decía: ni una bala de más, o sea, no exagerar ninguna de las acciones, y decir la verdad, porque en los voceros de la tiranía y en el ejército no se podía creer”, puntualiza.
En su irrepetible personalidad Fidel lo resume todo: el guerrillero, el estadista excepcional, el intelectual, el revolucionario y el periodista. Es algo que está implícito en su vida, en todo lo que hizo, y de una manera muy marcada. Hoy Fidel Castro nos sigue enseñando cada día a ser mejores periodistas.
“Hacer ese periodismo que no se queda en la superficie, que tiene un gran peso en la información detrás, y, por cierto, no podemos olvidar que Fidel calificó a los periodistas como Jefes de Estado por el conocimiento que tenían que tener, lo que Fidel considera que es un Jefe de Estado. Ese ha sido uno de los halagos más grandes que han tenido los periodistas cubanos en todos los tiempos. Creo que como Martí lo había dicho, la política es el arte de prever, pero la previsión está en la información. La otra cosa es convencernos nosotros de la importancia de lo que hacemos, del papel que tenemos; y yo creo que, si nosotros tenemos un pedacito del papel de un estadista, tenemos que pensar también así”, asegura Tubal desde su amplia experiencia y los inmensos conocimientos que atesora.
Tubal Páez Hernández es Presidente de Honor de la Unión de Periodistas de Cuba.
Desde muy joven se incorporó a la lucha contra la dictadura batistiana y siguió los ideales del líder de la Revolución Fidel Castro. Más de seis décadas después continúa fiel a sus principios y convicciones, defendiendo la verdad desde el ejercicio de un periodismo comprometido con el pueblo. Es un soldado de la palabra, que con orgullo guarda el inmenso privilegio de haber estado cerca del gran periodista que es Fidel.