El Senado de Argentina aprobó con 56 votos a favor, 13 en contra y tres abstenciones el acuerdo firmado entre el presidente, Alberto Fernández, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda de 45.500 millones de dólares que el exmandatario Mauricio Macri contrajo en 2018.
En la sesión, se aglutinaron los votos de los senadores macristas y se convirtió en ley el permiso parlamentario para que la Casa Rosada negocie con el FMI una semana después de que Diputados le diese media sanción.
La nación latinoamericana se enfrenta el martes al vencimiento de 2.800 millones de dólares. Es esperable que el lunes el directorio del Fondo apruebe definitivamente el acuerdo y Argentina evite el default. El país se ha comprometido a reducir el déficit hasta el 0,9% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024; bajar la inflación desde el 52% interanual; aumentar las reservas del Banco Central y eliminar poco a poco los subsidios a la energía.
El FMI hará revisiones trimestrales de las metas y liberará poco a poco el dinero para que Argentina pueda cumplir con los vencimientos de este año y el próximo.
Llegar a la aprobación del acuerdo fue un camino difícil para el gobierno.
La oposición macrista, votó positivo. Fue precisamente el anterior gobierno el que profundizó la crisis económica entre 2015 y 2019.
Esta votación evidenció fracturas entre el peronismo, dentro del cual el kirchnerismo trató de impedir la aprobación del acuerdo.
Días después de la firma, a finales de enero, Máximo Kirchner, hijo de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, renunció como líder del oficialismo en Diputados. El 10 de marzo, 28 de sus legisladores votaron en contra del acuerdo con el argumento de que no apoyarían un ajuste de la economía. La Cámpora, la agrupación que los reúne, emitió luego un comunicado en el que acusaba al ministro de Economía, Martín Guzmán, de desarrollar “una estrategia de ‘amabilidad’, secretismo, hermetismo, confusión y desinformación en las negociaciones”, según cita El País.
En la jornada previa al debate en el Senado, Cristina Fernández criticó al gobierno de haber atizado un ataque con piedras contra su despacho en el Congreso, que se saldó con vidrios destrozados y puso en peligro su integridad física. Este jueves, Fernández de Kirchner abrió la sesión en el Senado y después se marchó. La expresidenta estima que un ajuste de la economía, como exige el FMI, solo frenará el crecimiento y fracturará las posibilidades electorales del kirchnerismo.
Por su parte, la senadora María Inés Pillati, expresó: “No creo que votando hoy este proyecto estemos salvando al pueblo argentino del default”. “Esto es prolongar la agonía”, dijo, “el default, tarde o temprano, lo vamos a sufrir sobre las espaldas de los que ya hoy están sufriendo muchísimo. No por nada los gobiernos de [Juan Domingo] Perón, de Néstor y Cristina fueron los únicos que no gobernaron condicionados por los ajustes e imposiciones del FMI”.
Hace una semana se registraron serios disturbios en los alrededores de la sede del Parlamento en Buenos Aires cuando grupos de manifestantes se expresaron contra el nuevo acuerdo. Los incidentes incluyeron el lanzamiento de piedras por parte de los participantes, en su mayoría encapuchados, contra el edificio del Congreso.