A las 8:13 de la noche se iluminó toda la escalinata. Miles de personas portaron sus antorchas desde la Universidad de La Habana hasta la Fragua Martiana, en espera del aniversario 169 del natalicio de José Martí.
Encabezaron la marcha de las antorchas, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, y el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
“Ya vamos regresando a nuestras aulas, a nuestros trabajos y no sabíamos con tal certeza como Martí que la noción del bien flota sobre todo, hasta que convertimos estos casi dos años en una oportunidad para crecer desde lo humano”, dijo la presidenta nacional de la Federación Estudiantil Universitaria, Karla Santana.
Minutos después, las calles San Lázaro e Infanta fueron iluminadas por quienes reeditaron la tradicional marcha que realizó por primera vez la Generación del Centenario el 27 de enero de 1953 en homenaje al Apóstol.
La multitud llegó hasta las antiguas canteras de San Lázaro, donde con solo 17 años el joven Martí cumplió condena por defender que no hay nada más sublime que la Patria.
“El presidio es el más rudo, el más devastador de los dolores, el que mata la inteligencia, y seca el alma, y deja huellas que no se borrarán jamás” , escribió el Maestro.En las antiguas canteras, hoy Fragua Martiana, se le pusieron flores al Apóstol, como en cada enero. El humo se alzaba sobre la ciudad donde nació hace 169 años. Se alzaba y se impregnaba en la ropa, en la piel, y más adentro.
Entre el fuego que desprendía cada lata calcinada, se escucharon versos martianos, risas, cantos, gritos. Gente que no lo ha dejado morir. “Y si el cielo bastara a su deseo —decía Martí sobre defender la Patria—, al mismo cielo con valor llegara”.
