Hay quienes ven en el amor una forma de vida. Para ellos nada es imposible, pues lo que se ve y se hace con el corazón, tiene siempre una historia con final feliz.
Llevar tal sentimiento a otra persona, o simplemente devolverle la fe, es uno de los actos más grandes que puede realizar un ser humano.
Y es que, es en actuares similares de solidaridad, donde se engrandece el alma humana, y la virtud florece entonces a modo de esperanza; actos de bondad en los que sin importar el odio o las diferencias, se tienden puentes de esperanzas.
Emociones similares las vivieron muchos de los discapacitados del municipio de Consolación del Sur, pertenecientes a la Asociación Cubana de Limitados Físicos Motores (Aclifim), quienes, sin importar el cerco del bloqueo o las posibles sanciones futuras, recibieron una donación norteamericana que les permite hoy volver a andar.
DETALLES DE UNA DONACIÓN
Osmany Rosell Reloba, funcionario administrativo de la Aclifim provincial, especificó que tal gesto se concretó a través de la organización no gubernamental de origen estadounidense “Joni and Friends”.
“La proveedora es la norteamericana Joni Eareckson Tada, una autora y presentadora cristiana evangélica, quien desde hace algún tiempo colabora con la provincia Pinar del Río”
“En esta ocasión la donación se hizo de forma atípica producto de la Covid-19, pues lo tradicional es que él o los donantes vengan y evalúen las necesidades de nuestros limitados, tras el envío de un diagnóstico previo por nuestra parte. Así, ellos llegan y hacen entrega personalmente a los beneficiados, armando el equipamiento en cada casa”, aclaró el funcionario.
De acuerdo con las cifras, en la provincia se recibieron 201 sillas de ruedas, muletas, andadores, bastones de uno y cuatro apoyos y cojines antiescaras, implementos que fueron debidamente distribuidos entre todos los municipios.
“En el caso de Consolación del Sur se entregaron sillones de ruedas, de acuerdo con un sondeo previo, a discapacitados de los tres Consejos Populares del casco urbano, Entronque de Herradura, Entronque de Pilotos y Pilotos, Puerta de Golpe, Herradura, Loma de Candelaria y Alonso de Rojas. De igual forma se hicieron llegar también a estas comunidades muletas de axilas, andadores, cojines anti escaras y bastones de apoyo”, comentó Rosell Reloba.
Por su parte Ángel Manuel Arteaga, vicepresidente municipal de integración social en la Aclifim, agregó que para la entrega fueron consideradas las necesidades propias del municipio, siempre bajo un riguroso censo de las discapacidades severas de los niños y adultos con descontrol cefálico, y otros con necesidades de traslado y movilización a escuelas y centros de trabajo.
“Con este donativo logramos llegar a 23 personas en todo el municipio, y sabemos que será bien recibido, pues mejorará su calidad de vida y las de sus familiares”.
“Este es un gesto verdaderamente solidario que beneficia en gran medida a nuestros limitados. En los tiempos actuales bien debieran multiplicarse estas acciones. Hoy somos testigos de cómo sin importar los odios y sañas del gobierno de los Estados Unidos, todavía hay quienes deciden optar por la esperanza”, expresó.
LOS AGRADECIDOS
María Angélica Camacho Gutiérrez fue la primera niña en recibir su sillón de ruedas durante el recorrido de la Aclifim en el territorio.
Esta niña de 10 años que cursa actualmente el cuarto grado de enseñanza primaria, casi sin palabras expresó su sentir para con la entrega.
“Muchas gracias a mi país y a todos los que hicieron posible este gesto tan bonito. Para mí significa una alegría indescriptible. Gracias a esta donación tengo hoy nuevos horizontes, y puedo ser capaz de ir a la escuela y moverme con facilidad”.
Por su parte, Yuliedy Gutiérrez Peraza, madre de la niña, añadió que desde el primer momento en que María Angélica presentó problemas para caminar, la Aclifim estuvo presente.
“El apoyo ha sido constante e incondicional. No es la primera vez que nosotros recibimos y nos benefician. Desde los diagnósticos médicos iniciales que pronosticaban que mi hija necesitaría apoyo para caminar, en aquel momento nos otorgaron un andador. Y hoy que ella precisa de un sillón de ruedas para sus necesidades, aquí lo tiene”.
También hasta la casa de Nivian Rodríguez Álvarez y su familia, llegó el donativo, que proveyó a su hijo Dayán Rivera Acosta, de un sillón con características especiales
“Yo, como diría José Martí, creo en la utilidad de la virtud y en el mejoramiento humano. Hoy estoy muy contenta con esta silla de ruedas especial que ha llegado para mi niño”.
“Es un sentimiento indescriptible el que se siente al saber que hay personas que a pesar de los tiempos que corren, se preocupan por terceros con necesidades especiales. El regocijo es infinito y no hay recompensa que pague este bienestar y la salud de la que hoy somos protagonistas”.
Por último, Vanessa Barroso Seguí, también discapacitada motora, expresó su sentir.
“De más está decir el agradecimiento que todos nosotros sentimos hoy, y que queremos hacer extensivo a las organizaciones implicadas, que a pesar de las sanciones y trabas que nos impone el bloqueo norteamericano, han sido capaces de traer este donativo hasta la isla”.
“Para nadie es un secreto la necesidad imperante que teníamos de estos sillones, pues dependemos de forma permanente y total de ellos. Para mí, a título personal, este nuevo sillón es mi nueva vida, es la vida”.
“Me sorprendió mucho ver llegar a mis compañeros con tal regalo. Sabía de las acciones que se estaban acometiendo para que la donación se llevara a cabo, pero no que iba a ser una de las beneficiadas. Esto ha sido una muy grata sorpresa”.