Por: Pedro Abreu Mujica
En fecha reciente se cumplió el 56 aniversario del último combate librado por el Che en la Quebrada del Yuro, Bolivia.
El 8 de octubre de 1967 fue capturado por los militares bolivianos y un día después asesinado, en La Higuera, por órdenes y con la presencia de la CIA yanqui.
Fue hecho prisionero en el mismo escenario del combate, cuando ya se le habían acabado las balas y estaba herido en una de las piernas, lo que le impedía moverse. De lo contrario, seguro que no lo atrapaban con vida.
Las circunstancias que rodearon aquel triste y cobarde crimen, la valentía, el heroísmo y la hidalguía demostradas frente a sus captores homicidas, constituyen otro de los grandes e inmortales ejemplos que dio al mundo.
El 28 de este mes se cumplen 61 años de la Crisis de Octubre. Durante 14 días el mundo estuvo abocado a la guerra nuclear y nuestro país a una invasión directa y de grandes proporciones por parte de las fuerzas armadas de los Estados Unidos. El Che desempeñó, al igual que durante el desembarco de Girón, la jefatura militar de la provincia de Pinar del Río, en tiempo de guerra. Dejó escritas páginas imborrables en la historia de nuestra provincia.
Desde esta sección, a partir de hoy y en próximas ediciones, le rendiremos nuestro modesto tributo. Publicaremos crónicas y entrevistas, algunas de ellas referidas a sus vínculos con Pinar del Rio.
Comenzaremos con un tema relacionado con el Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). Como es claro, no agotaremos el tema de una vez, ni creo que podamos lograrlo con los futuros textos.
En junio de 1959, se creó el INRA (1), con la función fundamental de ejecutar la política económica y social de la reforma agraria, promulgada un mes antes en la Sierra Maestra. Fidel era el presidente de este organismo que se convirtió en una especie de Estado Mayor de la Revolución.
Dentro de su estructura instituyeron, tres meses después, el Departamento de Industrialización, dirigido por el Che; aunque, como ocurría en aquellos tiempos intensos y sin formalismos, el nombramiento oficial se hizo el 8 de octubre.
Estuve entre los fundadores de la Delegación Provincial de Industrialización, dependencia subordinada a la jefatura del INRA provincial, dotada de autonomía ejecutiva y relaciones directas con el órgano central.
En un primer momento radicó en un pequeño local de la residencia que ocupó el bufete del Dr. Antonio Anillo Sarmiento, calle Rosario entre Martí y Máximo Gómez. Después nos mudamos para el tercer piso del Distrito de Obras Públicas, Cabada entre Virtudes y Ferrocarril. El delegado era el compañero Migdilio Machado Sánchez.
Entre los trabajadores de aquella etapa inicial recuerdo a Pastor Díaz Socarras, Luis Álvarez, Felipe Vera Celorio, Andrés Fernández González, Caridad Carmona y el asesor jurídico, López Hidalgo.
El Departamento, originalmente concebido para el desarrollo de la industria agropecuaria (2), se fue enriqueciendo con el ingreso de fábricas de otras ramas, intervenidas por el Ministerio del Trabajo, abandonadas por parte de los dueños (3), compradas, nacionalizadas o confiscadas por el Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados.
La primera industria intervenida, casi un «chinchal» (4): Fábrica de conservas Garcerán, en el Entronque de Herradura, municipio de Consolación del Sur, barrio rural eminentemente agrícola.
Tuvimos que trabajar mucho para reabrirla. Se instaló una máquina de envases metálicos, adquirida a una firma yanqui en La Habana, la Continental Cane. Afortunadamente todavía EEUU no había impuesto el bloqueo. Al mismo tiempo reparamos numerosos equipos paralizados durante meses y la vieja edificación. Se nombró interventor al compañero Pedro Vera Celorio, que, como era característico en todos los «inreros», trabajó casi sin descanso y con mucho entusiasmo. Pronto se ganó el cariño y apoyo de los vecinos.
Mas fábricas
Después de «Garcerán» continuó la incorporación de fábricas de otras ramas y municipios. Algunas de ellas, y, entre paréntesis los nombres de los compañeros interventores o que ocuparon el cargo de administradores (5):
Pinar del Río
Arenera de Lafite, kilómetro 13 de la carretera a La Coloma. (Eladio González Cordero).
Conservas La Conchita
Refrescos La Jupiña.
Conservas Arajú
Los Palacios
Molino Arrocero
San Cristobal:
Fábrica de conservas Siboney (Rolando González).
Candelaria:
Matadero Industrial PR 2, después se llamó Fulgencio Oroz. (Francisco Sevilla (padre de Panchito Sevilla).
Artemisa:
Maquinaria Costa.
Embotelladora Coca Cola
Fábrica de cemento Santa Teresa (Las Cañas)
Guanajay
Canteras La Cruz y San Gabriel (Rigoberto Valdés)
Calzado.
Paralizada Simpson Sport Fabrica de soga.
Mariel
Fábrica de Cemento
Con nuevas intervenciones y nacionalizaciones que se iban haciendo en un dinámico proceso, siempre bajo estricto apego a la legislación, se incrementó la cantidad de empresas que pasaron a manos del pueblo, dirigidas, administradas y supervisadas por el INRA. Menciono las más importantes: Nueve centrales azucareros, ubicados mayoritariamente en el extremo oriental de la provincia, por lo que subordinaron a la delegación Habana-Pinar del Río de la Administración General de Ingenios.
Los centrales radicaban en los municipios de San Cristóbal, Artemisa, Mariel, Cabañas y Bahía Honda. La excepción era El Niágara, en La Palma. Un décimo ingenio fue desmontado. Su nombre Sierra Maestra, antiguo La Francia. La responsabilidad del desarme se le confió al compañero Roberto García Córdoba.
El Che cortó caña en los centrales Orlando Nodarse (Mariel), Abraham Lincoln (Artemisa) y Pablo de la Torriente Brau (Bahía Honda) (5).
Igualmente, en aquel segundo año de la Revolución, el INRA asumió la dirección de importantes cotos mineros: Matahambre, Bosh y Dora.
Cuando la Revolución triunfó había prácticamente concluido la inversión, pero sin la puesta en marcha de la planta Rometales S.A, de Santa Lucía, cuyo objetivo era producir ácido sulfúrico.
El Che, que la calificó como joya de la técnica, se interesó mucho por el futuro de la misma. La inauguró en el año 1961, con el nombre de Planta de Sulfometales Patricio Lumumba.
Designó director a un capitán de su Columna 8 Ciro Redondo, Alberto Fernández Montes de Oca, que después lo acompañó y cayó combatiendo en Bolivia. Alberto, al mismo tiempo dirigía las Minas de Matahambre y era jefe de una división militar que defendía parte del norte pinareño.
Matahambre era la mina de cobre, subterránea, más grande del país. El Che bajó al nivel 43, con más de 4 mil pies de profundidad y allí trabajó media jornada como un minero más, a pesar de la gran humedad del lugar y el asma que padecía (7).
En etapas posteriores esta empresa minera fue dirigida por los hermanos Orestes y Víctor García.
Otra de las entidades nacionalizadas de mucha envergadura y complejidad técnica, fue la llamada Fuerza y Luz, propiedad de la compañía Hernández y Hermanos S.A, que generaba, trasmitía y distribuía electricidad a la ciudad de Pinar del Río y a 22 poblaciones más. La unidad generadora estaba en el Reparto Oriente. Las oficinas comerciales en Máximo Gómez, casi esquina a Recreo. Fue dirigida durante años por el compañero Antonio Darias (Tony).
En aquellos tiempos hasta una emisora de radio se incorporó al INRA, intervenida por abandono del patrono. La CMAB empezó a identificarse como Voz del INRA.
Ministro
El Che fue designado presidente del Banco Nacional de Cuba, el 26 de noviembre de 1959.
La dirección del Departamento, la asumió Orlando Borrego Díaz, hasta entonces Jefe de la Administración Interna (8).
El 11 de febrero de 1961 se creó el Ministerio de Industrias y el Che fue designado su titular. Como delegado provincial, designó a Paulino Álvarez Ortega, quien antes se había desempeñado como jefe de la Delegación Provincial de Industrialización.
En estos apuntes, como señalamos al principio del texto, es imposible abarcar todos los aspectos del tema y relacionar la totalidad de las industrias que fueron dirigidas por el INRA en Pinar del Río y los nombres de los compañeros designados sus interventores o administradores. Es una historia que amerita contada y ampliada, por todos aquellos que la conocen. Invito a que me escriban los que trabajaron en aquellas fábricas, sus familiares, o cualquiera que tenga recuerdos que contar e informaciones de aquella época.
NOTAS:
- Instituto Nacional de Reforma Agraria.
- ERNESTO CHE Guevara, «Rumbo a la industrialización», En: BORREGO DIAZ, Orlando. Che en la Revolución Cubana, pág. 93.
- Orlando Casas Mompeller, ocupaba el cargo de delegado Provincial del Trabajo.
- Chinchal. Pequeña fábrica o taller, la mayoría con ínfimas condiciones para la producción y los trabajadores.
- Como se comprenderá después de 63 años y sin documentos para consultar, no recuerdo los nombres de todos las fábricas, interventores y administradores.
6, ARCOS BERNES, Ángel. Evocando al Che. (pag.230). - Ibid. pág. 150
- BORREGO DIAZ, Che en la Revolución cubana, prólogo, pág. 6