El Doctor en Medicina Legal, el profesor Jorge González Pérez, significó la satisfacción de cumplir algo más que una tarea –expresó- la misión de encontrar en Bolivia los restos de héroes, de seres humanos que dieron lo máximo que se puede entregar: la vida misma defendiendo un ideal.
Un equipo multidisciplinario dirigido por el entonces Director del Instituto de Medicina Legal de La Habana, encontró el 28 de junio de 1997 en una fosa contigua a la vieja pista del aeropuerto de Vallegrande, los restos del Comandante Ernesto Che Guevara y de seis compañeros suyos de la guerrilla en aquel país del Altiplano.
El experto forense sostuvo que radiografías dentales, fotografías de alto valor probatorio, y el dentigrama del Che confeccionado previamente a su partida, resultaron elementos importantes para establecer la identidad, en una investigación histórica al máximo nivel de detalles.
Jorge González Pérez refirió la complejidad para identificar los restos de combatientes bolivianos, algunos de los cuales no se fotografiaron nunca, ni se atendieron jamás en una clínica dental, enterrados 30 años atrás en condiciones de lógica precariedad.
El eminente médico legalista declaró que aún faltan por encontrar los restos de cinco guerrilleros, de quienes el cubano Jesús Suárez Gayol (Rubio), la primera baja mortal de la guerrilla, es el único con posibilidades reales de ser encontrando.
El ahora director de Docencia Médica del Ministerio de Salud Pública (MINSPAP), recordó las circunstancias que complican la búsqueda de los restantes cuatro combatientes, todos bolivianos: Benjamín Coronado y Lorgio Vaca Marchetti (Carlos), ahogados en el Río Grande; Jorge Vázquez Viaña (El Loro), lanzado a la selva por sus captores desde un helicóptero, y Raúl Quispaya, sepultado en un campo de tiro donde hoy se levanta un pueblo.
González Pérez subrayó que el equipo realizador del diseño de búsqueda, que encontró los restos, los cuidó en emotivas guardias nocturnas, y los trajo a la Patria, se integró por científicos formados por la obra de la Revolución. “Fue un éxito -dijo- de la ciencia y de la técnica de Cuba”.