Ailén Enríquez Pando siente gran amor por el teatro. La Escuela de Instructores de Arte de Pinar del Río vino a ser la puerta que le abrió al camino de la actuación.
Hoy se desempeña como instructora de esa manifestación en la escuela de enseñanza primaria Roberto Amarán Mamposo.
De pequeña me gustaba dramatizar, participaba en las actividades de la escuela en todas las manifestaciones del arte, no sentía miedo escénico, sino que me desenvolvía muy bien.
Creo que ya de ahí me nacía aquel gusto por el teatro.Más tarde de adolescente comprendí que esa era mi vocación.
En el 2003 logré matricular en la Escuela de Instructores de Arte, donde comencé a aprender muchas cosas relacionadas al teatro.
Recibía asignaturas muy importantes como la historia del teatro, la dramaturgia y demás, pero yo siempre me incliné a la actuación, era lo que más me gustaba.
En primer año interpreté el papel de una adolescente de secundaria con conflictos en la familia y en la sociedad con buena calificación.
Ese fue mi primer personaje, ya en segundo año desempeñé el papel de «Angustia», en la obra «Bernalda Alba». Cada experiencia me gustaba más.
Ya aquí en la escuela me gusta mucho mi trabajo con los niños, porque son muy receptivos. A ellos sólo hay que presentarles un personaje y sus características y ellos de por sí le incorporan de su propia imaginación y personalidad hasta perfeccionarlo.
No me pierdo ninguna obra de teatro que se transmita por la televisión, ni el espacio «El Cuento», que se asemeja bastante al teatro.
Del teatro en Cuba me gustan mucho Corina Mestre, Verónica Lynn e Isabel Santos. Me gustaría tener experiencias a otros niveles como llegar a compartir escenarios con grandes actores e interpretar a Santa Camila de la Habana vieja.
Ailén Enríquez Pando cuenta con participación en eventos municipales de la brigada José Martí.
Para ella y todos los que desarrollan esta manifestación, en pos de la masificación de la cultura sean las felicitaciones en este Día del Teatro cubano.