Ana Pampillo Rodriguez residente en el consejo popular La Sabana, al norte de Minas de Matahambre, enfrenta una lucha contra el cáncer de mamas, por más de 16 años.
Durante este tiempo su experiencia le asegura que vencer a esta enfermedad requiere de mucho esfuerzo y buena voluntad, pero no es imposible.
Cuando me dieron la noticia de que era positiva a la biopsia, me entristecí, sentí miedo, pero lo disimulé por causa de mi hija.
Le dije que no era el fin, que yo me iba a operar y que iba a estar bien. Y así fue. Me operaron en el hospital León Cuervo de Pinar del Río. Un médico muy bueno (Carlitin por sobrenombre) era el que me atendía.El tratamiento de la quimio es doloroso, pero después uno se va sientiendo mejor.
Fueron meses de recuperación. Tuve muchos cuidados. Mi hija me apoyó, en todo momento, y cuidó de mi.
Hoy hago una vida normal, me cuido de hacer algunas cosas, pero tengo una vida normal. Realizo los quehaceres de la casa y siento que estoy sana.
Le doy gracias a Dios y a la Revolución porque realmente el sistema de salud de este Gobierno fue quien me dio esa posibilidad, de tener una cirugía gratis, sin costo alguno toda mi estancia en el hospital, al igual que todo el tratamiento. Cuando llega la depresión leo, fundamentalmente la Bliblia.
Aconsejo a las mujeres que tengan cualquier situación, de este tipo, primero que vayan al médico que las cosas a tiempo tienen remedio.
Después, que se sobrepongan, que se esfuercen y tengan voluntad para enfrentar la enfermedad, que creen estilos de vida que no les permita caer en depresión.
Sí se puede luchar con el cáncer de mama porque hay tratamientos efectivos y lo que hay que tener es mucha voluntad.
La vida es bella y siempre hay por quien luchar, cosas que conseguir, sueños que alcanzar. Y esa es la lucha contra el cancer: la batalla diaria por la vida.
Cada día Ana Pampillo tiene una meta y es vivir, ganarle terreno al cáncer y disfrutar cada día como un regalo de Dios.
