Braulio Díaz González repite una y otra vez que no busca «planes sino: producción«. El campesino casi octogenario pertenece a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Fortalecida Vladimir Ilich Lenin, al norte de Minas de Matahambre.
Su figura todavia esbelta, aunque no muy alta se crece entre el cultivo de tabaco que el ve, no sólo como un modo de supervivencia sino como un renglón de desarrollo del país.
En el momento de la visita de Radio Minas a su «veguita» Braulio recogía las hojas de la solanácea para después en una especie de parihuela trasladarla hacia la casa de tabaco.
Esta casa tiene capacidad entre 1 300 y 1500 cujes de tabaco. Está reparada de reciente porque el viento le había estropeado un poco el techo y tumbado varios puntos de guano, pero está en buenas condiciones. Aquí mi tabaco está seguro
Desde el mes de febrero y gran parte de marzo estuvo Braulio en el corte y ensarte de la hoja, con una calidad extrema, según su criterio. Durante toda la temporada le acompañó su hijo Amaury que parece continuar la tradición del cultivo y también su hermano a quien él nombra: «El Prieto»
Sonrió satisfecho del resultado de su trabajo y comentó cuanto le aportó el 2021 esta actividad.
El año anterior me quedaron libres 78 mil pesos. Este año es más, porque es el doble de posturas
El campesino, famoso por sus rendimientos contó orgulloso que su sueño en esta tarea era alcanzar las 50 mil posturas sembradas y este año logró.
Cada año tenía un plan de 25 mil pero le he dedicado más terreno hasta que lo logré
Dificultades siempre hay, aseguró y al respecto mencionó las plagas y las pocas posibilidades de combatirlas no obstante el acompañamiento de la naturaleza le favoreció para obtener un buen producto.
La Covid-19 hizo mella en Braulio, pero se repuso y le entró fuerte a la tarea. Ahora con sus tres dosis de Abdala y el refuerzo se siente seguro, aunque no deja de cumplir las medidas higiénico-sanitarias.
Todavía se siente fuerte y asegura que piensa aún realizar «muchas campañas de tabaco«.
