Daimarelys Martínez García es licenciada en enfermería. Desempeña su profesión en el policlínico Enrique Camalleri Mena, al norte de Minas de Matahambre.
Ante el llamado para atender pacientes en el Centro de aislamiento que funcionó en el municipio durante ocho meses, no dudó.
«Era una de las enfermeras que estaba lista para atender pacientes cuando ocurriera un evento.Ante la noticia de que debía incorporarme el día siguiente al Centro, sentí una gran tensión. Llegué a casa y le conté a mi familia sobre el asunto.
Sabía que eran momentos de riesgo, pero debía contribuir con la salud de las personas y porque ese es mi trabajo.Al llegar, me entregaron el módulo de protección: gorro, gafas, sobrebata, guantes y nasobucos.
Cuando me puse todo aquello tenía mucho calor, sentí una sensación de asfixia.
Debía evaluar a los pacientes cada cuatro horas:tomarles la temperatura, los signos vitales y la presión arterial. Además, estar atenta a cualquier síntoma respiratorio.
Allí tuve una experiencia triste, fue el único caso positivo a la Covid-19 en el municipio, antes del rebrote actual.
Primero porque tuve contacto directo con el paciente, en segundo lugar porque mi esposo era su compañero de trabajo y por tanto también contacto suyo.Realmente me sentí muy angustiada, me convertí de personal médico en paciente y temí por mi familia. Estuve ingresada por 14 días.
La espera por el resultado de la prueba PCR fue estresante. Felizmente fue negativo y volví a casa.
Aconsejo a todos que se cuiden, que tomen medidas porque esta enfermedad es muy peligrosa y puede costar la vida a quien la padezca».
En estos momentos Daimarelys cumple una misión médica en el hospital provincial León Cuervo Rubio de Pinar del Río, donde atenderá enfermos con Covid-19, por diez días.
Para ella sea también el aplauso que cada noche se le prodiga al personal de salud cubano que batalla contra este terrible virus.
