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Lazarito y su afición por la música

Por Edilia Martínez La Rosa
Lázaro Cabanas Llañez muestra un pandero, uno de los instrumentos que sabe tocar.

La música cautivó a Lázaro Cabanas Llañez desde muy pequeño, lo que lo llevó a un acercamiento con los grupos aficionados de la época en su adolescencia y juventud, en el consejo popular Santa Lucía, al norte de Minas de Matahambre donde reside.

Sólo estudió hasta el sexto grado, pues varios padecimientos incluido un leve retraso mental le imposibilitaron la continuidad de estudios.

Estar cerca del grupo de aficionados «Siempre 26», quien sacudió cientos de veces el escenario del área de festejos en Santa Lucía y donde quiera que se presentaba, le posibilitó aprender a tocar varios instrumentos y llegar a formar parte de algunos grupos locales.

Desde niño, no me perdía un ensayo. Siempre iba a verlos y miraba con atención como tocaban.

Aprendí a tocar guiro, maracas, claves, chequeré y el sencerro. Un día Senón Sánchez, el director del grupo me dijo: «Tú vas a ser músico, aunque sea aficionado«. Y llegué a serlo y a tocar con ellos.

Recuerdo integrantes de aquella época del grupo, en los años 80 conocidos como: Eudosia, Camejo, el Tite, Melena, Tata, Moisé y el Vía. Me ayudaron mucho porque veían que yo tenía vocación. Salía con ellos a muchos lugares, pero principalmente dentro del municipio.

Me sentí feliz en ese grupo que fue una escuela. Aprendí mucho con ellos además que fueron muy buenos compañeros conmigo».
Lázaro Cabanas Llañez

Una ves desactivado el Siempre 26, Lazarito como todos le dicen transitó por otros grupos como: Relevo del 26 y El Centenario.

Con tenacidad logró una inclusión en la vida social que lo hizo feliz.

También aprendió a jugar ajedrez por lo que guarda gratos recuerdos del Combinado deportivo número dos de Santa Lucía, aunque nunca participó en competencias.

Se apartó de la música hace unos años, a causa de la enfermedad que llevó a su papá a la muerte y nunca volvió a ella; sin embargo sueña con formar su propio grupo de aficionados y para ello cuenta con algunos instrumentos simples que espera seguir incrementando y sumar a él jóvenes de la comunidad que les guste la música, tocar y cantar «para que la gente se divierta y baile«.

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