Inicio MinasCultura Orlando, el poeta de la Casa de los abuelos

Orlando, el poeta de la Casa de los abuelos

Por Edilia Martínez La Rosa
Orlando Rodríguez Castro es uno de los amantes de la décima en Minas de Matahambre. Foto: Aymara Alonso Olivera

Orlando Rodríguez Castro es uno de los amantes de la décima en Minas de Matahambre. Cientos de manuscritos reposan en sus gavetas, algunos casi olvidados por su autor, otros listos para brotar en su mente, al menor estímulo al recuerdo.

El casi octogenario aficionado recuerda que desde jovencito sintió inclinación hacia el verso del Indio Naborí y otros reconocidos poetas cubanos.

La rima comenzó a brotar de su corazón, tímida al principio, pues sus obligaciones en la vida no le dejaban mucho tiempo a su pasatiempo favorito.

No fue sino apartir de su ingreso en la Casa de los abuelos que tomó en serio la poesía y hasta hoy la inspiración le acompaña.

«Una de sus primeras décimas que compuse aquí en la Casa fue a propósito del Día del amor y la amistad. Dice asi:

Para los enamorados que han logrado echar raíces
Porque se sienten felices
Van estos versos rimados.
Versos que han sido tallados
Con las potentes razones
De las grandes ilusiones, aunque de distintos modos, enviándonles a todos
Muchas felicitaciones.

Cada inspiración surge de lo más profundo de su ser. Los temas son diversos. En ellos encuentra cabida la geografía y la.propia décima.

«Tengo unas composiciones sobre el Río Cuyaguateje que atraviesa algunos municipios de la provincia de Pinar del Río, pues me llama mucho la atención ese panorama.

Exuberante paisaje muestra desde sus principios
Y son seis los municipios
A los que le entalla un traje.

En Pinar comienza el viaje
Viñales en su camino, Matahambre otro destino
A Mantua rosa de bosque
A Guane lo parte en dos,
Y desemboca en Sandino.

La décima dejó España
Para radicarse en Cuba
Despreciando así la uva, el turrón y la castaña
Cuando en el Toa se baña
Resplandeciente se ve
Más tarde el Cucalambé que por ella estaba loco

En un guirito de coco
Lo enseñó a tomar café.»

La Patria y las luchas revolucionarias también forman parte de su arsenal poético. Entre sus dedicatorias al tema figura una creación al reinicio de las luchas independentistas el 24 de febrero:

«24 de febrero se escucha
el grito de Baire
Y se despalma en el aire
para el combate lacero
Listo ya cada guerrero
Temor no siente Dorate
De que una bala lo mate
Viste polaina y machete
Y como un hábil jinete
Se alista para el combate.»

Y como para no pasar por alto ninguna oportunidad Orlando se ha dedicado, a sí mismo una su verso una entonación:

No tengo como poeta
Buen pecho para cantar
Pero puedo improvisar
una décima completa.
Darle la mejor receta
En cuanto a la poesía
Acortar la lejanía
En el tiempo y la distancia

Dando al verso la fragancia
De Celestino García.

Al preguntarle sibre los momentos de mayor inspiración expresa:

Cuando pienso en hacer algún trabajo me acuesto temprano, después de la media noche despierto y me levanto, me siento en la sala con la luz apagada y comienzan a surgir las ideas.

Cuando tengo una completa voy al comedor, la escribo y vuelvo asentarme en la penumbra y así hasta que concluyo, aunque a veces debo hacerlo en más de una vez

Rodríguez Castro es conocido en la localidad como El poeta de la Casa de los abuelos. Con su décima deleita tanto a sus compañeros como asistentes en tertulias y otros eventos culturales en la comunidad donde es invitado como aficionado.

Publicaciones Relacionadas

Dejenos su Comentario