A pesar de las medidas arbitrarias y unilaterales de EE. UU. para disuadir a posibles inversores en Cuba, esta empresa canadiense no ha sucumbido a esas hostiles acciones, consciente de los beneficios de establecer negocios en un país de estabilidad política que ofrece garantías a las contrapartes
Pese a las sanciones de Estados Unidos contra Cuba, Sherritt International Corp continuará trabajando con la Isla, aseveró el presidente de esa empresa canadiense, Leon Binedell.
El ejecutivo hizo la aseveración durante su primera visita a la empresa de capital mixto Moa Nickel S.A. Comandante Pedro Soto Alba, administrada por Sherritt, luego de que en 1995 firmara un contrato con el Estado cubano con el fin de explotar yacimientos y ejecutar otras inversiones en el sector energético.
También manifestó la intención de operar por muchas más décadas de conjunto y precisó que se analizan opciones para incrementar la producción de la planta. Reconoció, además, el esfuerzo de los trabajadores para cumplir los compromisos y lograr el éxito de los socios.
Las declaraciones de Binedell, quien recorrió la empresa moense en compañía del ministro de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz, no sorprenden, pues al asumir la conducción de la firma, en sustitución de David Pathe, manifestó la voluntad de mantener los negocios con Cuba.
La activación del Título III de la Ley Helms-Burton durante la administración de Donald Trump, acción que recrudeció el bloqueo estadounidense, no ha logrado poner fin a los negocios que la firma, asentada en Toronto, mantiene con Cuba.